La indiferencia felina, su revolucionaria libertad, mil vidas, mil películas.
El yugo animalizado del mejor compañero se descompone en historia monumental
frente al jugueteo de la lana y el ronronear de afecto en el invierno.
Libertario inconsciente de la soledad del hombre.
Lamento de los mortales, susurro de inmortalidad.
Gatita de bigotes impasibles, gatita del mundo.
Quereme.
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la verdad es que estoy sorprendida, como helada (helada metafórico y helada mi estufa no tira).
ResponderEliminarlos versos te sientan bien, garcia. estos últimmos tres poemas me alcanzaron directo.
me resulta extraño identificarme con una petisa desde mi estatura media y entender a fellini en esos términos, pero extraño en el mejor sentido de la palabra.
besos!
flor